Me gusta el contraste, sin subrayar, de la quietud casi absoluta que transmite la ruina de algo tan contundente como un castillo y el agua (a su vez quieta) del embalse con el vuelo de la alondra.
Muchas gracias, Félix. Los castellanos escogían bien sus emplazamientos. El castillo de Alba, también en ruinas, dominaba el Esla. La quietud y la soledad se dan la mano. Un beso
Me gusta el contraste, sin subrayar, de la quietud casi absoluta que transmite la ruina de algo tan contundente como un castillo y el agua (a su vez quieta) del embalse con el vuelo de la alondra.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Félix. Los castellanos escogían bien sus emplazamientos. El castillo de Alba, también en ruinas, dominaba el Esla. La quietud y la soledad se dan la mano.
EliminarUn beso
Que encanto me transmite en su conjunto este haiku. Gracias cielo. Sitossss.
ResponderEliminarQue alegría que te pasaras por el blog y comentaras, Nuria.
EliminarBesitos, preciosa.